Diarios Mágicos

En mis escritos anteriores probablemente han visto términos como “Libro de Sombras” y “Libro espejo”, sin embargo, no he hablado del libro de los días, el libro de los sueños, el libro del tarot el libro de las runas, el herbario y muchos más; por lo que me tomaré el tiempo para explicárselos con calma pues son trabajos que en verdad valen la pena. 

Para comenzar seguramente estarán pensando ¡Cuánta escritura! Pero el tono a esto puede ser de emoción o de fastidio. Habemos personas que estamos más inclinadas a la palabra escrita, y que de cierta manera se nos facilita expresarnos a través de la misma. Sin embargo, comprendo que en esta vida hay de todo y hay quienes se expresan mejor con el canto, el baile, el deporte, o hasta modelos matemáticos y que para éstos puede no serles tan emocionante mantener registros mágicos. Sin embargo, sepan que la importancia de mantener los registros mágicos va mucho más allá que tener suficiente tiempo libre para llevarlos todos a cabo. Cada palabra, punto y coma que tú vayas escribiendo refleja un paso en tu aprendizaje al que puede que en algún momento tengas que regresar, para rectificar o para tomar otro sendero a partir de ese mismo punto, por lo que se vuelve un poste señalizador en el camino recorrido. 

Veámoslo como si se tratara de un aprendiz de cocinero que no anota las recetas que le han salido bien. Con la mera intuición ha logrado una receta deliciosa, perfecta, excelsa, que no podrá repetir por no haberla escrito y por no haber tenido la suficiente retención mnemotécnica para recrearla cuantas veces lo desee; o el biólogo que sale al campo y ve cientos de plantas y estudia muchas de ellas sin apuntar absolutamente nada, probablemente llegue a casa con un manojo de plantas de las que recuerda sólo la mitad de sus ubicaciones. Esto mismo sucede cuando estás aprendiendo sobre wicca. El mundo del conocimiento es eternamente expansivo y es importante mantener algún tipo de apunte de lo que se va aprendiendo. 

Mientras que muchos se van por el arte del cuaderno, y otros simplemente escriben en hojas blancas con el primer bolígrafo que encontraron, pero es importante tampoco irse demasiado por cómo se ve, antes las personas no escribían en hojas que se veían viejas, ellos tenían libros nuevos, y no para verse más formal o más “mágico” el diario tiene que verse como la copia fidedigna de un grimorio medieval. La importancia del escrito mágico radica en que cuando uno está comenzando, las ideas son aún vagas y escribirlas concreta el pensamiento en ideas más definidas, necesarias para aprender de verdad, que a fin de cuentas es la prioridad en esto (nunca perdamos de vista el objetivo). 

Los tipos de cuadernos son bastante intuitivos y su nombre no tiene gran ciencia, el libro del tarot es tu aprendizaje en el tarot (o de algún otro oráculo de cartomancia), lo mismo con el libro de las runas, o el herbario. El Libro espejo, sin embargo, aunque su nombre pueda ser igualmente intuitivo creo que es importante que explique para qué sirve. 

Cuando comencé en este sendero recuerdo que estaba parada en un semáforo saliendo de la casa de una amiga wiccana que recién me había prestado el libro de “Wicca” de Scott Cunningham, en lo que llegaba mi copia de otro país. Estaba fascinada con todo lo que estaba aprendiendo, pero sentía que iba muy rápido y que todo terminaría por apachurrarse en una esquina de mi mente cayéndose conocimientos por el borde hacia la negrura de mi inconsciente “tengo que empezar a escribirlo” me dije a mí misma,  “algo que refleje lo que estoy pasando… un libro relejo”. Un par de horas más tarde, hojeando el libro de Scott cunningham caí en la cuenta de que su término “Libro Espejo” era exactamente lo que tenía en mente y fue el primer ¡click! que hice con el autor, comenzando una relación muy cariñosa con todos sus libros. 

Así que compré un cuaderno tamaño francés (o esquela), de hojas blancas (para poder dibujar diagramas y esas cosas), lo forré con una tela que tenía y no sabía para qué usar, le puse su listón separador y lo purifiqué con incienso. Sin embargo, yo pensaba que estaba haciendo mi libro de las sombras (tan pronto como me enteré de este último preferí saltarme el paso del Libro Espejo), pero al escribir en él, todo lo que me salían eran mis reflexiones, conclusiones con cientos de dudas y respuestas que me llevaban aún a más preguntas. 

Ahí anoté nuestra primera planeación del Sabbat que celebraría en grupo (Samhain), y ahí anotaba y dibujaba todo lo que me parecía importante. Conforme fue pasando el tiempo mi libro espejo se había convertido en un tipo de diario o bitácora de aprendizaje, como el cuaderno de apuntes de la escuela primaria de un niño que va escribiendo sus primeras impresiones sobre temas extensísimos. 

Eso, precisamente, es un Libro Espejo. Es tu propia guía de estudio, un diario, un cuaderno donde descargas todo lo que vas cazando conforme lo lees, donde desmenuzas la información y las vas digiriendo poco a poco. Hay personas que lo hacen en la computadora, pero en lo personal, la manera en la que escribo y firmo (tiendo a firmar casi todo lo que escribo en mis escritos personales) me dice mucho de lo que estaba sintiendo en ese momento y me ayuda a comprender aún mejor lo que escribí. 

En el Libro Espejo se vale estar enojado, triste, desmotivado, con flojera, o sumamente contento o emocionado, es para darnos cuenta de que al ser wiccanos estamos siendo nosotros, con todas nuestras facetas, no una careta o un rol independiente en nuestra vida. Un wiccano adolescente puede escribir cómo se peleó con sus padres porque no aceptan su camino, o puede escribir que está sumamente enamorado de su compañera o compañero de clase y que desea aprender más sobre magia amorosa, en el libro espejo se vale todo y hay que ser uno mismo y escribir de manera honesta y transparente. 

Ten sólo la cantidad de cuadernos que realmente necesites, no hagas un cuaderno sobre las fases lunares si realmente sólo necesitas un par de hojas blancas o puedes integrarlo a tu libro espejo. Incluso, si no hay algo en lo que quieras ahondar como algún tipo de mancia, los sueños, la curación energética o cualquiera de las ciencias ocultas, puedes poner todos esos contenidos en tu libro espejo y más tarde, cuando te sientas listo, crear tu libro de las sombras y transcribir todo aquello que creas que va más en el Libro de las Sombras que en el Libro espejo. Aún así, el Libro Espejo no es el primer nivel y el Libro de las Sombras el segundo, son libros diferentes con distintos propósitos, y aconsejo mucho tenerlos ambos. ¿Qué se escribe en cada uno entonces? 

Mientras que en el Libro espejo puedes transcribir una receta que encontraste para hacer inciensos, tras haberla probado y haberle hecho los cambios necesarios y los apuntes personales, puedes proceder a transcribirlo en tu libro de las sombras. Mientras que en el libro de las sombras vienen los pasos del ritual para bajar la luna, en el libro espejo puede estar lo que sentías mientras mirabas la luna llena un día en el alfeizar de tu ventana, sin ninguna receta o proceso mágico, simplemente sentimientos que puede que no te lleven a ningún lado más que para el recuerdo. 

En este sentido, el Libro de las Sombras es más utilitario o práctico y el Libro Espejo, repito,  es más como un diario personal sin alguna periodicidad específica. 

Aquí te van algunos tips sobre los demás libros que puedes crear:

*Libro de los días: esta es una traducción poco poética del inglés “Book of days”, que como tal, es un diario hecho y derecho. Este es un cuaderno en el que escribes, diariamente, lo que piensas, sientes, etc. En lo personal llevo un registro más o menos continuo desde los 12 años. Hoy en día vuelvo atrás y leo mis tribulaciones adolescentes riendo a carcajadas de lo que antes me parecía terriblemente serio. Esta es una práctica que, lejos de hacerte perder el tiempo, te ayuda a procesar lo que vives cotidianamente y tener un sentido de continuidad en tu vida, en cuanto a proyectos, avances personales, metas y logos. Y te ayuda a ser más organizado y tener un hilo conductor fuerte en tu vida. Recomiendo que si vas a escribirlo, sea en las noches, justo antes de dormir ya en la cama en cinco minutos. Venden “agendas perpetuas” que dicen el mes y el día pero no en qué día de la semana cae, por lo que puedes usarlo en cualquier año. 

También recomiendo que, en caso de ser una agenda, tengas una hoja, como mínimo, por día para todos los días de la semana. Yo anoto también la fase lunar, la hora a la que escribo y aprovecho un pequeño recuerdo que dice “prioridades” en la cabeza de la página donde, al final, anoto lo que es importante para mí en ese momento. 


*Libro del tarot (o de cualquier otro sistema de adivinación): este libro es más bien una bitácora, donde hay que ser minuciosos con lo que se escribe. El punto de estos libros es mejorar en la interpretación y conocimiento de la mancia en cuestión, por lo que es importante tomar en cuenta detalles que podrían no ser importantes. Por ejemplo, puedes tener un formulario básico como el siguiente:

Día de la lectura (fecha con hora), clima, fase lunar, signo lunar, signo solar, emociones personales (en caso de ser mujer, poner en qué fase del ciclo menstrual estás) y otros datos que te funcionen personalmente.

(C) derechos reservados
Esto es importante para tomarlo en cuenta al momento de la interpretación. Si eres una mujer que está reglando en un día lluvioso y haces una tirada de amor, es probable que tengas una influencia lunar muy fuerte, es decir, que las emociones están eclipsando tu juicio. O si eres un hombre en un día sumamente caluroso tras haber regresado del trabajo probablemente estés cansado y no tengas muchas energías para llegar a profundidad, o todo lo contrario, puede que sea un excelente momento para hacer adivinación y este precisamente es el motivo del formulario anterior: el analizar en qué momentos y bajo qué circunstancias tu intuición está al tope y en qué circunstancias es mejor ni acercarse a las cartas, runas, bola de crista, péndulo, caracoles, hojas de té, café o lo que sea que leas. Si tu libro es de tarot aconsejo también anotar el tipo de tirada, el orden de aparición de las cartas, y los que tú crees que significa antes de ver cualquier resultado en un libro, mismo que también puedes agregar si así lo deseas. 

*Herbario: este es un tanto diferente a los otros libros y es porque no es como tal un diario, sino un tipo de álbum fotográfico de las plantas que has estudiado. Si estás interesado en la herbolaria, y sobre todo en la herbolaria mágica es importante que mantengas un registro minucioso y casi científico de las plantas, pues su uso no es ningún juego. 

En lo personal me han servido mucho las fichas de los herbarios comunes, además de anotaciones que hago personalmente, como si la planta es femenina o masculina y si tiene una fuerza elemental específica (la obtención de estos datos a partir de las plantas es muy intuitivo, y así como el diario anterior, es importante notar qué tan intuitivos estamos al momento de hacer la exploración). Además de que lo mejor es tener un espécimen recolectado por ti mismo, prensado, secado y tratado para ponerlo luego en su recubrimiento de plástico y tener su ficha completa para uso posterior. El tener un herbario mágico es un trabajo hermoso, pero que necesita de mucho tiempo, dedicación, paciencia y delicadeza al tratarlo; sin duda un pasatiempo que deja mucho a quien disfruta del estudio de las plantas. 

*El Libro de los sueños: este parece sencillo, simplemente te despiertas y anotas lo que soñaste. Sin embargo, es importante tener unas consideraciones para el registro de sueños. Hay que escribirlo tan pronto como despiertas, cuando el sueño y sus detalles más simbólicos y enredados están frescos. Cosas como la alarma del despertador, un lamparazo de luz, un grito o nuestro perro lamiendo nuestros pies puede espantar estos detalles. Por esto mismo es importante que cuando uno se dispone a estudiar sus propios sueños lo haga en un espacio preparado para lo mismo. Dormir dentro de un círculo protector, pudiendo despertarse sin el despertador al día siguiente, cerrando a llave la puerta del cuarto para no ser molestado o simplemente no habiendo cenado demasiado pesado son algunas de las consideraciones. 
 
Cuando uno escribe un sueño no comienza recordando la fecha y llenando el formulario, uno va directamente al sueño, tratando de narrarlo, dibujarlo o lo que le sea más conveniente, más tarde ya hay tiempo para llenar el formulario que te recomendé antes. Igualmente recomiendo agregar en qué lugar dormiste y si tuviste alguna ayuda externa para dormir, como pastillas, ansiolíticos, o un sencillo té de tila. Scott cunningham, en su libro “sueño Sagrado” recomienda anotar más adelante lo que crees que pudo haber significado, en caso de ser un sueño premonitorio puedes regresar más adelante y escribir si sucedió lo que soñaste o si fue un reflejo de tu psique desahogando tensiones (que usualmente es lo que impulsa los sueños). 

*Libro de hechizos/Pociones/inciensos etc. Este puede englobarse como el recetario mágico. Hay personas que en lugar de un libro de las sombras o además de éste (donde prefieren anotar dogma, creencia y filosofía), tienen un libro lleno de recetas de hechizos, inciensos, pócimas, infusiones, y todo lo que conlleve un proceso alquímico. Para estos es importante poner los materiales, el procedimiento y el resultado de la manera más clara y minuciosa posible, dejando espacio para correcciones o añadiduras de información como “la Jamaica puede ser utilizada en lugar de las hojas de bergamota” por ejemplo. 

Una vez más, si se trata de experimentación, es importante llenar el formulario con el estado de los materiales, así como todos los datos astrológicos, astronómicos y meteorológicos pertinentes, así como temperaturas, cantidades, etc. 

En fin, estos son los tipos de diarios más comunes que utilizamos no sólo los wiccanos, sino mucha gente en general. Sin embargo, creo que son un excelente hábito y una buena inversión de tiempo para un aprendizaje a consciencia y tomado con seriedad, la mínima que merece nuestra religión.